Los tiempos
han cambiado y para bien.
El año pasado
ha sido tan rico para mí en cuanto a aprendizaje y crecimiento que solo puedo
agradecerlo todo, tanto lo malo como lo bueno.
La vida me ha
hecho darme cuenta una vez más (y como tantas otras) que de lo único que
depende nuestra felicidad es de uno mismo, ya sea eligiendo correctamente los
caminos como haciendo el bien sin mirar rostro o preguntar nombres. Las
acciones regresan, es la rueda del KA.
El 2011 fue
una montaña rusa con picos altísimos y por momentos relajantes. Viví tantas
charlas con gente inesperada, conocí y tuve cariño, fui parte de vidas
maravillosas y compartí el tormento de otras que fueron intensamente mágicas.
No hay nombres qué dar, me quedan abrazos, caricias, momentos, música y horas
vividas que no cambiaría por nada.
Bailé, bailé
tanto hasta que me dolían las piernas. Tantas risas, confesiones, noches innumerables
que jamás soñé vivir. Tan libre, tan viva y llegué a la conclusión que el lugar
no hace la fiesta, la gente convierte cualquier lugar en caja de sorpresas.
Mi hogar. Ya no
es casa esa construcción donde estaba viviendo, es un hogar donde siempre hay
espacio para más vida y acumulación de anécdotas. El Rancho. Tanta pintura
desparramada expresando deseos, tantas letras, tanta alegría de saber que se
está en el lugar correcto. Jamás había vivido con una amiga y Su hizo que todo
fuera un tanto más mágico. Sé que al nombrar al rancho basta con solo una
mirada cómplice para saber que fue genial. “Todavía escucho las risas en el
rancho”…yo también, es el mejor eco que decora las paredes.
El amor. Mi
amor, amor de mi vida. Nicolás. Ese hombre que se convirtió en la estrella guía,
dueño totalmente de mi corazón. Perfecto compañero, perfecto amante, dulce
compañía, lo es TODO. Todo pasa por un motivo, como siempre digo, cada relación
fallida fueron pruebas y aprendizajes para vivir hoy, esta historia hermosa, de
la mejor manera, entregándome un 100% a él, amando como nunca antes. Viviendo
con él cada día un capítulo nuevo, en esta historia de vida que tanto sentido
tiene para mí.
Molly, César y
Rebeca, siguen siendo los rayitos de luz que me entibian el corazón cada
mañana, saber que están allí incondicionalmente, cada día más hermosos, más
expresivos e inteligentes. Me dan fuerzas cuando me gana el cansancio y me
sacan una sonrisa aun cuando menos lo espero. Mis hijos, amores de mi vida.
Y ya estamos
en el año 2012, tanto por vivir. Estoy deseosa de saber qué es lo que
acontecerá pero no nerviosa o ansiosa, porque sé que todo se dará a su debido
tiempo, porque ya todo está en su lugar correcto. La energía es la correcta y
así lo siento que vendrán las cosas.
Gracias 2011
por Stone Temple Pilots, por Sonic Youth y Pearl Jam. Gracias por dejarme ver
detrás de los velos materialistas del mundo, gracias por la gente hermosa que
pusiste en mi camino y por dejar un final abierto para que sigan abiertas
también, las puertas de la luz y la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Reacciona!