Callejón oscuro ese que recorre tus
impotencias
Tus deseos frustrados, tus fantasías
machacadas
La nostalgia rodeada por un halo de
muerte
Que carcome tus entrañas como una
peste.
Ya no mires para afuera intentando
buscar la cura
Porque afuera está el disfrute y las
frutas jugosas
de los placeres satisfechos por la luz
y luego por la carne.
Afuera están las flores, adentro las
raíces, adentro las semillas.
Fuera de allí es una imagen sepulcral
que adorna tus días.
La liberación es un trabajo de uno solo
Buscar las farolas al fin de los
callejones del miedo.
Buscar las razones, encontrar los
motivos
de las lágrimas regadas por la tierra
para conocer las flores que han sido
plantadas y
que no se trate de hierbas venenosas
cosechadas
Y al final y luego de la luz se
descubrirán las puertas
Del afuera, del mundo, de la realidad,
de las sonrisas.
El mundo no es ciego si eres tú quien
se anda a tientas.
Porque el mundo no duele cuando sujetas
las riendas.
Al mundo lo verás según las semillas que siembras
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