Esperando la señal, el tiro de gracia
Entre palabras incomprensibles.
Reviso el texto en busca de alguna falla
En busca de un beso canalla.
Me despierto en un salto
Cuando huelo las mentiras
Escapándole al sueño que más asusta
La ilusión que tanto repudio en simples notas.
Y me uno a la voz simple de tu conciencia
Retirándote una flor que supe darte
Manejando hacia la luz, quemando tu estandarte
Recibiendo el calor del sol como si pudiera amarte.
Adentrándome en el río, desnuda, lista a todo
Libre y sin remordimientos de egoísmos
Porque demasiado he dado y más he perdido.
Y hoy ser dueña de mi vida sí he podido.
Ya no me veo vencida en los ojos de nadie
No hay reflejos apagados en los espejos
Sonrío contagiando porque así continuo sonriendo
Desenvolviendo regalos maravillosos
De tantos corazones amigos.
Y cada herida se ha vuelto escudo para mí
Y consejo para el que quiera
Mi euforia nace de esos besos, de los abrazos
De todas las tardes sencillas riendo alto.
Fundiéndome en su pecho y en el canto
Contando hasta diez para no despertar
Las confesiones, las lágrimas de alegría
Noches que puedo contar y vivir día a día.
Saltando hacia el cielo porque no hay límites
Volando por mi mundo tan frágil
Entre movimientos espontáneos
Te acercas a mi tan puro y tan ágil
Sintiendo mi piel en tu piel
¡Y de pronto el sonreír se me hace tan fácil!