Me venciste sin esfuerzo,
Sin ninguna amenaza
Con tus palabras como única arma.
Recorrí tu cuerpo con apetito voraz
desafiando mi propia cordura,
Sabiendo que enloquecería al final
absorbiendo tu cuerpo sin censura.
Cerré la puerta y no dejé espacio para nadie más.
Tu nombre gobierna mis pensamientos.
Tu lengua me detiene en el tiempo.
Tus recuerdos me mantienen viva en este infierno.
Subo por la escalera de caracol que me guía a tus abrazos
Deseando que nunca llegue el día que el invierno corte este lazo
Si supieras, bebé, que no ansío más nada que dormir en tus brazos.
Dame lo que tengas, quiero morir en cada noche contigo
Soportar el dolor es fácil cuando la mística de tus ojos baila conmigo.
Cuando los días pasan y te extraño, yo me hostigo
Cuando tanto amor podría matarnos y ser castigo.
Y me río de los pobres a los que se les seca el alma
Esperando en el aire encontrar una esperanza
Mientras el cielo nos envidia el corazón y las ganas
los ángeles se cubren los ojos al caernos en la cama
Y quiero la eternidad junto a ti para seguir escapándole al alba.
Reite no mas. jaja
ResponderEliminarMuy lindo todo amiga, sacale chispasssss
Grandioso y lleno de fuerza y sensualidad como todos tus poemas, Euge!!! :)
ResponderEliminarJaja eso intento y eso hago, amiga! Por ahora todo brilla de chispas!
ResponderEliminarAriakas, me alegró que te gustara. Un beso!!|