Soy
arrastrada a un río de culpas
Al que
no me debo, al que no respondo
Al que
solo tiro la piedra
Cuando canta
mi nombre.
Soy ave
libre en el viento de los jueces
Pero sus
balas insisten en golpearme
Más solo
pierdo algunas plumas
Ellos sus
falsos martillos de gigante.
Hablan
del alma, de la pureza
Mientras
adornan sus caras con caretas,
Cuidan menos
su espíritu que sus siluetas
Van a
bailar sobre su próximo despertar
Bajo tierra.
No
quiero tomar fotos de mi rostro
No quiero
medir mi cintura
Ni controlar
mi peso
Lo que
yo soy
Lo único
que tengo
Está en
mi centro
Está el
control absoluto de mi cuerpo
Más adentro,
donde jamás conocerás
Más que
en un concepto.
Yo no
soy ni me debo a tus caminos labrados en oro.
No deseo
tomar tu mano y cantar Aleluya
Mientras
apuñalo un alma a mi costado.
En
nombre de un extraño, de libros,
Edificios
vanos,
Dónde lo
único real es un régimen disfrazado.
" Ahí afuera, mas allá de ideas de bien o mal, hay un lugar
Nos vemos ahí.
Cuando el alma yace sobre la yerba
El mundo esta demasiado lleno para hablar de él
Las ideas, el lenguaje, incluso la frase ‘cada uno’
No tienen sentido." (Jalaluddin Rumi)