Vertí
en tu cuerpo lo más cálido de mi carne.
Te di
mis besos como prueba irrefutable
de la
frase te amo.
Morí,
me desvestí frente al espejo y me amé al mismo tiempo,
viviendo
esta experiencia.
Caminé
sobre los restos podridos de mi pasado
y ese
fue mi puente hacia tu espacio.
Individuo
más individuo es la ecuación más simple,
la más
exacta, la más certera.
El
secreto era amarte a ti, para amarme a mi manera.
Maduré,
aprendí a crecer y eso es lo mismo.
Agradecí,
a quien está y a quien se fue porque es lo mismo.
De los
dos he aprendido.
De los
dos saqué lo que siempre odié y lo que siempre he querido.
Solo
cuando aprendí a querer me quise a mi también y a mi destino.
Nos
encontramos en este universo tan infinito.
Nos
correspondimos ahora y en este sitio.
Nos
iluminamos entre los dos nuestros caminos.
Nos
miramos, nos dijimos mucho más de lo que puede ser dicho.
Nos
amamos, nos convertimos en familia y ahora…ahora somos ricos.
Te amo mi compañero de vida. Le agradezco a la vida nuestro encuentro. Jamás fui tan feliz.