Tantas
historias repetidas en las hojas de los arboles más viejos.
Fuiste así, fuiste perfecto pero ante sus ojos
siempre maltrecho.
Regalaste
flores esperando pimpollos, recibiste tierra seca y tallos rotos,
Cuanto
has soñado, cuanto has mirado y todo parece lo mismo;
Vueltas
y vueltas en un huracán de invierno.
Tanto
has visto, tanto has hecho y todo parece lo mismo;
Vueltas
y vueltas en un tiovivo del infierno.
Miles
de manos estrechadas, manos tersas, manos claras, manos oscuras y engrasadas.
Fuiste
pez en la pecera, fuiste abeja de colmena, fuiste sudor en la frente de
cualquiera.
Tantos
cantos y cuerdas de guitarra, para terminar con el alma destrozada
Por
sentir amor, por caer en cuenta, por remontar hasta lo alto y caer como cometa.
Como
soy espejo de tu llanto distante, como lo será él, puliendo su falso diamante
Como
invoca aquél, mirando el carbón deseando
que sea brillante.
Como
mirarías con ojos aberrantes, si supieras que no hay ni habrá ningún amante
Que
no haya sabido pelear agonizante, entre aguas turbias y agitantes.
Así
es la vida, una lucha placentera. Un tren a vapor que en bajadas acelera
Más
quien supo amar y ahora odia al corazón agradeciera
Porque
tanto sentir es evidencia de vida y vale una eterna espera
y
es que amar bien libera, amar cura las heridas que la crueldad mordiera.