Havalina como rostro de indiferencia
instando y castigando
tu palpable demencia.
Suspiros en la noche de papel
rociados con fragancias de clavel.
Tus pasos se pierden en la tormenta
y tus cánticos negros pierden su fuerza.
Sombra de alcohol y especia nocturna
núblame el sol con tu luz oscura
destapa el rencor de caricias truncas.
No me dejes jamás abandonada en silencio
él grita de más mil verdades en versos
su peón agita mi frasco de miedos
y me ahoga al fin en mis propios desiertos
.