No sé si es aire… limpio, real o ficticio, eso que respiro.
Quisiera tal vez estirar los brazos y tocar las nubes si es que puedo
Morir en ellas asfixiadas dentro del cielo…pero estoy en el mismo cielo
Mordiendo nubes, respirando cielo, cielo, cielo… ¿Qué es el cielo?
Tic tac, tic tac. Horas de almuerzo. Rutas, bocinas. Horas de dormir.
Despertar.
Lejos del candor poético de mañanas abrumadas de ternura
Donde me confundo…no dejo de preguntar a mis adentros:
¿Qué estoy haciendo?
¿Cómo me atrevo a cuestionar con mi pensar atrevido semejantes cosas?
Mientras me revuelco en la cama bajo un encanto de maravillas y besos
que creí estrellas en hojas perfumadas
y ahora son el perfume que se estrellan en las hojas…
Segundos, minutos, horas. Calendarios, agendas. Fechas, nombres, reservas.
Y allí en el éxtasis del sueño viviente me pregunto nuevamente…
¿Qué es el cielo?
Si está pintado en cuadros con colores vivos, retratado, dibujado,
exagerado. Humanizado…
Si está descrito como hogar de dioses transparentes, mentiras omnipresentes…
¡Pero yo sé que eso no es el cielo!
Bla bla bla. Palabras, diálogos. Obligación, cumplimiento, deberes.
¡Respirar!
El cielo está en sus manos pintando mis atardeceres, día a día, pincelada
tras pincelada
El cielo está pintando de energía las comisuras de tu sonrisa…
Ese es el cielo, mi amor. Y el aire es tu aliento.
Respiro hondo tan solo para escuchar el eco más allá de los cuerpos
Ecos…
El cielo es un eco, de tu espíritu un espejo, mi cielo tiene amor y el amor
es su dueño.
Ya basta de gastar pensamientos en cuestiones vanas
pues para eso existen
las palabras en horarios vacíos,
para eso está el fin del mar y el punto tras el fin de los cuentos para
niños.
Basta del tic tac, basta del bla bla...
Porque, amor mío...¡Nosotros hoy por
hoy sí que estamos vivos!