Mis recuerdos y maldiciones son míos, me los he ganado, he
aprendido.
Mis lágrimas son cicatrizantes cuando río, meditación cuando
sufro. Pruebas de vida en el rostro.
Mi andar no es rápido pero tengo el paso fuerte, sé donde
está el camino y cuando no la ruta me endurece.
No soy diablo y tampoco ángel, no tengo alas pero mis sueños
me elevan alto, entonces vuelo.
No siempre consigo todo eso que quiero pero si de algo estoy
segura es que quiero todo eso que tengo.
Saber que hay negro es importante, saber que hay blanco es
aliviante, pero el gris hace el balance. Para estar bien tengo que ser consciente
de las dos partes.
Quiero reír el doble de veces por todo lo que he llorado. Porque
he crecido y al fin de cuentas me he valorado.
Por eso me di el lujo de ser feliz a tu lado, de despertar
cada día en tus brazos.
De darte amor como me lo estás dando, de saber que no hubo
ni habrá nadie más que sepa darme la mitad de la luz que me estás brindando.
Nada es de a uno, amor, no es pareja, no es complemento sino
crecimiento. Con los pesares podía sola, para ser feliz es más complejo, para
ser feliz tenerte fue un acierto.
No tengo suerte, tengo destino. Tengo suerte de estar
viviendo mi destino.
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