Miró las estrellas en busca de otros mundos, deseosa de otras almas
Inspiró el aire en la noche queriendo paz, en busca de calma.
Acarició el manto de la noche, en sus sueños esperanzada.
La satisfacción de no volver a pisar sus propias trampas
De no lamer el filo del cuchillo sin saborear la sangre
De despertar cada día con el beso más dulce, correspondida.
Caminar en el aire sin temor, entre lazos, suspendida.
Jamás quedarse sobre la tierra en quietud, en sequía esperando agua
Ser clavel del aire sin raíces y viajar eternamente, aunque la transporte la mente.
Ver el viento en la danza de sus cabellos. Tocar el aire cuando acaricia su pecho
Saborear el brillo del sol cuando amanezca, como el dulzor de un caramelo.
Crecer cada día un poco, valorar lo nuestro, sin pesar lo ajeno.
Arremeter al mal con una sonrisa, el mal es externo
Ser más libre denunciando al dolor y el inútil veneno.
Lograr la tranquilidad en cada instante de vida,
Ver que las cosas más hermosas casi siempre están en subida
Y la satisfacción es plena y curativa, son las caricias de su persona enriquecida.
Miró las estrellas convencida de otros mundos, de otras almas
Inspiró el aire puro de la noche buscando paz, encontrando calma.
Acarició el manto de la noche, en sus sueños al fin encaminada.
Me transportó a un gran lugar, hoy se nota que es Primavera y en tu escrito, también. Un abrazo muy grande, Euge.
ResponderEliminarEuge =)
ResponderEliminarGracias!!
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