Quiero ser esa alma loca que baila en tu cuerpo
En tus ojos el tinte salvaje y en tus actos la ternura
Las mañanas y el amanecer entre ojeras oscuras.
Estabas allí para caer sobre mí, entre cortinas ocultas.
Toda la obviedad de morir en amargura
Se convierte en leyenda cuando me hablas
Sabías que podíamos volver pasando el desierto
Donde el agua es fresca y tu cuerpo quema.
Te diría que me beses por siempre
Que me mires por siempre
Que me toques por siempre
pero esto no parece cierto
no estoy acostumbrada a absorber el cielo.
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