miércoles, 25 de enero de 2012

Mensaje falso.


Decirle al deseo que la paz sería su mayor gloria.
Callándole las palabras, atinando un puntapié grosero.
¡Tapándole su nariz evitando que respire…!
Y mirando con ojos de plástico…
trayendo este mensaje falso.

Y vas por allí sufriendo tus propias puñaladas.
Relamiendo de entre tus dientes el dolor ajeno
Y nos preguntamos quien somos…aquí
parados sobre la alfombra carmesí,
que teñimos con tu sangre.

Arrodillados succionando tus venas,
¡Así continuamos…!
Y yo gritar puedo gritar pero la voz se extingue
Cuando el corazón se aprieta,
consumido por las llamas en la visión de la avaricia,
que la multitud reniega pero aun aclama.
Miseria, solo quiero una tregua.
Miseria, sigue siendo
la enfermedad del alma.


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