miércoles, 4 de septiembre de 2013

Cartas escritas a mano.


















Un abrazo, las emociones. Estacionadas dentro de un sobre.
Un lazo de seda limpio y delicado, un lazo que fue seguro antaño.
Frases, promesas, amores peligrosos. Amor de ese que murió
Entre tanto sobre, asfixiado entre renglones.

Una dedicatoria. Una cita de Neruda. Dolor.
Euforia de niñez al borde del abismo y la rasposa adolescencia
A tropezones por los adoquines, bajo la misma luna que me vio crecer
Que te vio caer, golpear, reír y morir en mis adentros.
La luna que sigue atestiguándolo todo. Como alguna carta

Que ya no es sincera.