Y que me parta un rayo, en mil pedazos!
Que la mediocridad me consuma viva
en la llama que convierte en cenizas tus abrazos.
Después de todo soy un vago que pide monedas a tu paso.
Si supieras cerrar los ojos serías necio
pero no pudes dejar de juzgar tu canción, solo lees el envase.
Me cai enredada en flores muertas
olí tu olor despreciable egoísta y penetrante.
Dame un momento, tan solo
creo que merezco un respiro.
Viviendo a la sombra de tus errores
bajo el manto de lástima que muestras
en cada acto que das, en tu vida.
Y me siento a llorar y me río
porque nadie vio nunca más allá
de la imagen que creamos de tí
de la escena creada para excusarte
de la sonrisa habitual que solemos mostrarte.
Y ahora me pregunto qué es lo que hago
una vez más me paro a pensar sobre la marcha
y se hunde mi barco, y se hunde mi balsa
la respiración se entrecorta y mi corazón se acoraza.
Como si fuera la primera vez que me decepcionaras
como si fuera la primera vez que te escudara...
Cada vez tus poemas son mejores, Euge... pero es un poco triste. ¿No estará basado en experiencias reales? Espero que no.
ResponderEliminarSoni, muchas gracias por tu comentario. Y ya ves como es, cada cosa que escribimos tiene un poquito de verdad entre líneas...
ResponderEliminarUn besote, guapa!
qué bonito
ResponderEliminargracias por los animos.
sigo tu blog =)