lunes, 8 de junio de 2009

Besos por espinas

Espinas venenosas en tu piel de hiedra
puedo alimentarme de tu savia
y sobrevivir a los trucos
que las arañas tejen en sus telas.

Zumo de alquitrán que regurgita en espasmos
la hiena carnívora que acecha tu rastro
zumo alterado con aliento carroñero
zumo venenoso para tu sueño eterno.

Acaricia mi piel con tus espinas
y calma mi sed con tu savia exquisita
salva mi carne de la carroña enferma
que no robe mi voz con su risa histérica.

Auyenta los parásitos del aliento caníbal
aleja el manto que se robó la luz del día
sopla en mi rostro por fin
tu aroma de rosas tardías
que así sanarán por fin
mis yagas por tus espinas.

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